Yoga es permitir que, gracias al cuerpo, el Ser se revele a nuestra intuición a través de la sensorialidad del cuerpo mismo. Es la transposición, en el plano físico, del abandono de cada reactividad bajo forma de defensa y tensión, abandono que ante todo debe realizarse en el plan mental para que el ego cese de recrearse constantemente alterando la visión de la realidad.
Es el arte de permitir al vacío, al silencio de revelarse, simplemente cesando de producir acciones que lo impidan. La luz ya está, el silencio es la base de nuestro Ser, el vacío es el fondo sobre el que cada cosa acontece. La naturaleza del ego es el de obscurecer esta luz, llenar el vacío de objetos concentrándose en su ruido.
Yoga es sobrepasar el ego, mirándolo y aceptándolo, para volver a la luz original.
Es una acción
que no actúa.
Es una actividad de sustracción.
Es parar de crear obstáculos que impidan
al Ser de revelarse en cada instante.
Trabajando con el cuerpo se llega a un nivel de percepción tan fino que la densidad del cuerpo mismo se disuelve. Con ella se disuelven las reactividades, que antes se manifestaban bajo forma de tensiones, que a su veces se declinaban en pensamientos, contracciones físicas, bloqueos emocionales. Con el disolverse de las reactividades queda el puro Ser y una visión clara de la realidad
El estado del cuerpo es como un papel tornasol del estado mental. Las tensiones físicas son las cristalizaciones de tensiones psicológicas o emocionales. La reactividad del cuerpo bajo forma de tensiones musculares, rigidez, bloqueos, dolores... no es otro que el reflejo de la reactividad de la persona bajo forma de no aceptación.
En esta práctica el acento no es puesto en la postura sino en la exploración. La asana se vuelve así en una ocasión para comprender íntimamente nuestro funcionamiento: los mecanismos psicológicos, las resistencias, las reacciones se han pesadamente impuesto obscureciendo y condicionando nuestro sentir natural. Desarrollando sensibilidad en la práctica, gracias a la escucha profunda sin intervención, el cuerpo se vacía de las memorias y de los esquemas mentales y vuelve a ser el templo donde el sentir vibra vivo y espontáneo.
-Durante el embarazo mi madre practica yoga todos los días: así empieza mi contacto con esta disciplina.
-En el '95 practico yoga para niños por primera vez.
-En el 1999 inicio la práctica del hatha
yoga.
-En el 2004 inicio un camino durante 10 años practicando y estudiando el Iyengar yoga
-En
el 2011 inicio mi teacher training con Bianca Strens Hatfield para llegar a ser profesora según el método
Iyengar; después de dos años de aprendizaje soy obligada a dejar por cervicalgia.
-mientras tanto
viaje a India muchas veces a la búsqueda de los Maestros y enseñanzas sobre el yoga y sobre el hinduismo,
en particular en el 2011 escribo un libro/carnet de voyage ("Inde du nord") relativo mi viaje en India y al yoga
, que es publicado por un editor francés éditions Reflets d'Ailleurs.
-En el 2012 inicio a enseñar
yoga
-En el 2013 abro una asociación deportiva a Génova "Ahimsa" con otras dos socias, promoviendo
y divulgando actividades dirigidas tanto al crecimiento personal como al crecimiento espiritual. Dentro de la asociación
las actividades principales son precisamente el yoga y el counseling humanístico integrado
-Encuentro
a Varanasi el maestro Jayant Badhuri (linaje "Bhrigu") que sigo siguiendo, y quien me dió enseñanzas
sobre el Bhrigu yoga.
-En el 2013 frecuento un curso de vipassana de 10 días a Marradi (italia)
-Al fin del 2013 vuelvo a India para hacer un Teacher training, (500 h certificado ISO), en Kasara en el ashram
Bodh Vilas en una selva en el Maharashtra.
-de dos años estoy estudiando el hindi para poder profundizar
mejor el estudio del yoga en los futuros viajes a India
-En el 2013 hago un curso de formación como
educadora organizadas para el centro Compagnia per le Vele por cuyo trabajo por la estación veraniega como
educadora, también en relación uno a uno con niños discapacitados. Trabajo con franjas de edad
de 3 a 5 años, y de 6 a 10.
En el 2013, durante mi aprendizaje a Bombay, profundizo el yoga para niños
en mi formación, acercando por dos meses al enseñante Yujin Han en las clases de yoga al orfanato
Ma Niketan.
-Hasta este punto el mío acerco al yoga sigue las enseñanzas clásicas de Patanjali, y de los grandes
maestros como Sivananda, Sattyananda, Ramakrishna, Krishnamurti, Nisargadatta Maharaj, explorándo las varias
tradiciones como investigadora espiritual, pero, sin encontrar un Maestro como se entiende en el sentido tradicional.
-de un año sigo al maestro Eric Baret, que también reconozco que como maestro espiritual, y que enfrenta
el yoga desde el punto de vista de lo Shaivismo de cachemira, vale a decir un aproche no dual y que tiene como
fundamentos la identidad entre Shiva y su Shakti. Los textos más significativos transmitidos por la tradición
son el Tantraloka de Abinavagupta, el Vijnanabhairavatantra de Vasugupta, el linaje de procedencia es aquel del
Trika atravieso las enseñanzas de Jean Klein, maestro de mi maestro (Eric Baret). Reconozco en las enseñanzas
de esta tradición una apertura profunda y posibilidad de realización de la realidad. Intento conciliar
estas enseñanzas con todo mi equipaje experiencial pasado.
Actualmente, enseño yoga en Barcelona, en el centro Ambrosía, en el Ateneu de Sant Cugat, en el centro La Sala (Sagrada Familia) y en la Sala Aditi (Gótico).
Doy seminarios en Italia en el Centro Yoga Shakti de Genova.
Además de este camino estrechamente relacionado con el yoga, asisto a las sesiones de entrenamiento personal
con Mauro Scardovelli y Dario Cardone (Asociación Aleph), counselors italianos que se basan en modelos de
humanista PNL, psico-síntesis assagioliana, constelaciones familiares, y las enseñanzas de los grandes
maestros espirituales de la historia . Esto con el fin de conciliar mis conocimientos sobre el Oriente con el enfoque
psicológico occidental.
Entre los autores occidentales que han contribuido a mi formación:
Eckhart Tolle, Byron Katie, Mauro Bergonzi, Mauro scardovelli.
Diferencio la técnica de enseñanza según el tipo de aprendices con los que me encuentro:
Si estos son principiantes, jóvenes o todavía poco disponibles a la escucha profunda, elijo una aproximación más enérgica, dinámica, sin identificarme completamente en un estilo particular (Iyengar , vinyasa, Bhrigu,... ), pero haciendo síntesis de todas las enseñanzas que he recibido: investigo la perfección de la posición, aprendida gracias al método Iyengar, la inscribo en una secuencia que a veces se puede definir estática y a veces dinámica, según el nivel personal, y de las experiencias que deseo crear, luego aprovecho de la asana como ocasión para practicar la escucha del cuerpo, la respiración y la presencia.
Si el nivel de la clase es bastante avanzado me hundo totalmente en la aproximación de Cachemira. Los asana son mantenidos por largo tiempo, no hay esfuerzo, desaparece la intención, no hay más objetivo en la práctica sino aquel de celebrar la intuición y la apertura que ya existió a nivel latente. La posición, hecha a partir de un estado de vacío, permite la toma de conciencia de la vibración en que estamos presentes.
En el yoga no dual de Cachemira, la práctica está centrada en la escucha profunda. Observo una tensión o una emoción, elimino la causa aparente de ésta y me quedo con el sentir. En esta ausencia de causa poco a poco dejo morir la objetivacion del cuerpo y de la emoción. En esta libertdad, estando sin el objecto del sentir, no hay ni un sujeto que siente. Lo que queda es el puro sentir. Eliminando asi la dualidad en la percepción del cuerpo.
Carola Zerbone
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